Elí Mejía Mendoza, alias Martín Sombra, murió a los 94 años en Bogotá por complicaciones de salud. Fue figura clave en las FARC y símbolo del secuestro en Colombia.
El fallecimiento de Elí Mejía Mendoza, conocido como Martín Sombra, ocurrió en la madrugada del 19 de mayo en el Hospital El Tunal de Bogotá, donde permanecía internado por una grave afectación diabética. Considerado uno de los miembros más temidos de las extintas FARC, se le atribuye la creación y gestión de campos de prisioneros, y fue señalado como el principal responsable del cautiverio de figuras como Ingrid Betancourt, Clara Rojas y Alan Jara.
Su trayectoria en la insurgencia lo convirtió en símbolo del sistema de secuestros que caracterizó al grupo armado durante las décadas del conflicto interno colombiano. Capturado en 2008 por las autoridades, fue acogido posteriormente a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), donde reconoció crímenes como reclutamiento de menores, torturas y tratos inhumanos a prisioneros de guerra.
En 2020 fue recapturado por un nuevo proceso relacionado con el secuestro de un ganadero en el Meta, lo que reactivó las investigaciones judiciales. No obstante, sus aportes ante la justicia transicional quedaron truncos con su muerte, dejando interrogantes abiertos en varios expedientes sobre los crímenes del conflicto.
Martín Sombra, apodado el carcelero de las FARC, representó una figura central en el entramado del conflicto armado colombiano. Su fallecimiento cierra un capítulo importante de la violencia guerrillera y deja al país sin uno de los principales testigos de los años más crudos de la guerra.