La obra consistió en la construcción de 280 metros cúbicos de gaviones destinados a la contención, prevención y mitigación del riesgo de desastres.
La intervención estuvo a cargo de la Brigada de Ingenieros de Atención y Prevención de Desastres del Ejército Nacional, en articulación con la alcaldía municipal y la Gobernación de Cundinamarca. Durante 73 días de labores, los soldados ejecutaron diversas tareas orientadas a contrarrestar fenómenos de socavación y movimiento en masa que ponían en riesgo a la comunidad. La zona intervenida presentaba altos niveles de inestabilidad, representando una amenaza constante para viviendas, cultivos y vías terciarias.
La obra incluyó la instalación de gaviones, junto con la implementación de 21 pilotes de concreto, trinchos en madera, terrazas, filtros vivos y cerramientos. Estas acciones integradas permiten una estabilización efectiva del talud, garantizando la protección del terreno y la reducción de riesgos a futuro.
Además de proteger la infraestructura local, uno de los principales objetivos fue salvaguardar el sistema de acueducto de la vereda, vital para el abastecimiento de agua potable. La obra también previene posibles represamientos que podrían desencadenar emergencias naturales en época de lluvias.
Gracias a esta intervención, se estima que más de 1.550 personas se benefician directamente, mejorando su calidad de vida y seguridad. Este resultado es muestra del compromiso de las entidades locales y nacionales por velar por el bienestar de las comunidades rurales en zonas de alta vulnerabilidad. La obra también contó con la participación de la Unidad Administrativa Especial para la Gestión del Riesgo de Desastres de Cundinamarca y la CAR.