Durante 72 horas se restringe la movilidad en ríos y carreteras del departamento, habitantes denuncian abandono y temor generalizado.
El departamento del Chocó enfrenta nuevamente un escenario de miedo y encierro, luego de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciara un paro armado de 72 horas en toda la región.
El grupo insurgente impuso restricciones de movilidad en ríos, carreteras y zonas rurales, lo que ha obligado al confinamiento forzado de comunidades enteras, especialmente en las cuencas del San Juan y el Atrato.
Organizaciones sociales y líderes comunitarios han denunciado el abandono estatal, asegurando que los confinamientos se repiten cíclicamente sin respuestas estructurales. “No es la primera vez que nos encierran, pero cada vez es peor: no hay transporte, no hay alimentos, los niños no pueden ir a clase y los enfermos no pueden salir”, afirmó un líder del municipio de Medio San Juan que pidió no revelar su nombre por seguridad.
La Defensoría del Pueblo y la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos hicieron un llamado urgente al respeto del Derecho Internacional Humanitario, mientras que el Ministerio de Defensa confirmó el despliegue de tropas adicionales.
Sin embargo, habitantes aseguran que la presencia del Estado solo se siente “cuando ya es tarde”. El paro se da en medio de una frágil mesa de diálogos entre el ELN y el Gobierno, lo que pone en duda la voluntad real de paz por parte del grupo armado.