De todas las corrientes políticas han rendido homenaje al pontífice argentino, destacando su cercanía con los más vulnerables, su voz profética por la paz y su legado espiritual.
El presidente Gustavo Petro expresó su dolor por la partida del Papa Francisco a través de su cuenta oficial de X, donde escribió: “Se me fue un gran amigo. Me siento algo solo. Comprendió perfectamente su papel como líder espiritual en la gran lucha por la vida. En las causas codiciosas de la extinción. Sus encíclicas pasarán a la historia si somos capaces de construir una humanidad que defienda su mayor bien: la Vida. Hasta siempre: Francisco”.
Recordó también su encuentro personal con el papa en 2022, cuando abordaron temas como la justicia climática y la construcción de paz: “Francisco nos recordó que el Evangelio camina con los pobres, con los excluidos, con los perseguidos”.
Desde el Partido Conservador, se emitió un mensaje de condolencia destacando las enseñanzas del pontífice.
El expresidente Álvaro Uribe Vélez se unió al duelo y resaltó los valores cristianos que marcaron el pontificado de Francisco. “Defendió la vida desde el amor al prójimo. Su voz humilde y firme hizo un llamado global a la fraternidad”, expresó.
Desde la Vicepresidencia, Francia Márquez evocó la visita del papa a Colombia como “un mensaje vivo de reconciliación en medio del conflicto”, haciendo énfasis en su compromiso con las comunidades afrodescendientes y víctimas del desplazamiento.
Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, destacó la humildad de Francisco y su cercanía con los sectores más desfavorecidos. “Su mensaje nos desafió a construir ciudades más humanas, justas y solidarias”, escribió.
Otros dirigentes, como la canciller Laura Sarabia, el Partido Conservador y congresistas de distintas bancadas, coincidieron en agradecer su “testimonio de amor, misericordia y firmeza espiritual”.
El recuerdo de su visita a Colombia en septiembre de 2017 permanece vívido: ofició una multitudinaria misa en Bogotá ante más de 1,3 millones de fieles en el parque Simón Bolívar, y sus mensajes durante su recorrido por Villavicencio, Medellín y Cartagena dejaron una impronta de esperanza en pleno proceso de reconciliación nacional.
En enero de este año, aún debilitado de salud, Francisco envió una oración especial por las víctimas del Catatumbo, reafirmando su cercanía con las regiones más golpeadas por la violencia.
Para Colombia, su figura representó mucho más que un líder religioso. Francisco fue una voz global de denuncia frente a la exclusión, la pobreza y el abuso de poder. Hoy, su partida deja un vacío espiritual, pero también un legado que seguirá guiando el camino de muchos creyentes y ciudadanos en la búsqueda de una sociedad más justa.