Vacunación masiva, fumigación y visitas puerta a puerta buscan frenar el avance del virus.
Cundinamarca se encuentra en estado de alerta por fiebre amarilla tras confirmarse un caso en un residente de Girardot, quien habría adquirido el virus en el departamento del Tolima. Aunque la alerta cubre todo el territorio, la respuesta se concentra en Girardot.
La intervención incluye vacunación gratuita para mayores de 9 meses, intensificación de fumigaciones en barrios urbanos, entrega de toldillos y vigilancia en espacios públicos como plazas de mercado, terminales y centros educativos.
“Hemos decidido actuar de forma rápida y prioritaria en Girardot, donde se presentó el único caso confirmado. La situación requiere una respuesta articulada y cercana a la gente”, expresó el gobernador Jorge Emilio Rey.
Se han activado dos nuevas termonebulizadoras, distribuidos más de 1.200 toldillos y desplegado brigadas con profesionales en salud que visitan casa a casa para educar, prevenir y detectar síntomas en la comunidad.
Además, se sumaron 4.000 nuevas dosis de vacuna contra la fiebre amarilla, que ya están disponibles en hospitales, centros de salud y puntos móviles como el Parque Alto de la Cruz y la terminal de transporte municipal. La línea 321 3945354 del CRUE está habilitada para atender emergencias y brindar orientación inmediata. Las acciones buscan proteger a los habitantes y evitar la propagación de esta enfermedad transmitida por mosquitos.