El Gobierno Nacional de Colombia anunció que no extenderá el cese al fuego bilateral con las disidencias de las FARC lideradas por alias Calarcá, el cual expiró el 15 de abril de 2024.
Durante una reunión en La Macarena, Meta, representantes del Gobierno y de las disidencias de Calarcá habían acordado solicitar una prórroga del cese al fuego por seis meses, con el objetivo de avanzar en transformaciones territoriales y en la transición de los combatientes a la vida civil. Sin embargo, el presidente Gustavo Petro decidió no renovar la tregua, considerando que las condiciones para su continuidad no estaban dadas.
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, indicó que las disidencias de Calarcá han utilizado los ceses al fuego para expandir su control territorial y fortalecer sus actividades ilícitas, lo que ha generado preocupación en el Gobierno. Por ello, se ha ordenado a las Fuerzas Militares reanudar las operaciones ofensivas contra este grupo armado.
Las disidencias de Calarcá, que operan principalmente en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare, han sido señaladas por su participación en actividades de narcotráfico y por mantener una estructura armada significativa.
La decisión de no prorrogar el cese al fuego representa un cambio en la estrategia del Gobierno frente a este grupo, enfocándose ahora en acciones militares para restablecer el control territorial y garantizar la seguridad de la población civil.
Esta medida se enmarca en la política de “Paz Total” del presidente Petro, que busca negociar con los grupos armados que demuestren voluntad de diálogo y respeto por la población civil, mientras se combate a aquellos que persisten en actividades delictivas.