Campañas de sensibilización y operativos buscan frenar el comercio ilegal de especies que afecta la biodiversidad y pone en riesgo la vida silvestre.
Bogotá ha sido identificada como una de las 37 rutas clave utilizadas para el comercio ilegal de flora y fauna en el mundo, lo que afecta gravemente a la biodiversidad del país. Esta problemática se origina en regiones como Arauca, Bolívar y Atlántico, y tiene como destino países como Estados Unidos, México, China y Hong Kong.
En respuesta, se adelantan acciones de control en puntos estratégicos, como terminales de transporte terrestre y aéreo, con el apoyo de la Policía Ambiental. Estos operativos se desarrollan diariamente con el objetivo de detectar y frenar el tráfico de especies silvestres.
Las actividades de control se complementan con una campaña de concientización ciudadana que busca informar y movilizar a la población sobre los peligros de este delito ambiental. La estrategia invita a denunciar cualquier caso llamando al 123 o a través de canales oficiales de atención.
La iniciativa Unidos por la Vida Silvestre es promovida por la Embajada Británica en alianza con más de 50 organizaciones, entre ellas ONG, aerolíneas y empresas de transporte terrestre. Esta articulación ha permitido llegar a más personas y fortalecer los mensajes de protección a la fauna y flora silvestre.
El objetivo es generar una cultura de respeto por la vida silvestre, proteger las especies amenazadas y frenar su explotación comercial. Además, busca evitar la pérdida de recursos naturales que representan el patrimonio ambiental del país.