Catastro Bogotá confirmó que los cambios en los mapas prediales, basados en los lineamientos del POT, han alterado la clasificación de suelos y restringido los usos del territorio. Áreas ahora catalogadas como zonas de protección ambiental o de riesgo han visto una reducción en su valor comercial, ya que estas restricciones limitan el desarrollo urbanístico y la inversión inmobiliaria.Además de La Perseverancia, barrios como Chapinero, San Cristóbal y Usaquén también han sido afectados por estas modificaciones, registrando devaluaciones importantes. La inclusión de nuevas zonas protegidas y restricciones urbanísticas ha frenado el interés de compradores e inversores, generando preocupación en la comunidad.Expertos en urbanismo advierten que estas medidas podrían tener un impacto duradero, afectando el acceso a créditos hipotecarios y la capacidad de los propietarios para vender a precios competitivos. Señalan la importancia de un equilibrio entre la protección ambiental y la estabilidad económica de los dueños de vivienda.Catastro Bogotá ha invitado a los propietarios a solicitar revisiones individuales o acudir a instancias legales si se sienten perjudicados por las nuevas clasificaciones.
Por: Tatiana Linares