En la madrugada del 17 de noviembre de 2024, Rusia ejecutó uno de los ataques aéreos más intensos desde el inicio de la invasión, impactando infraestructuras energéticas en diversas ciudades ucranianas y provocando apagones generalizados. Las autoridades locales reportaron al menos cinco fallecidos y múltiples heridos como resultado de estos bombardeos.Las ciudades de Odesa, Dnipro y Rivne fueron algunas de las más afectadas. En la región de Mykolaiv, dos personas perdieron la vida debido a un ataque con drones, mientras que en Odesa, otras dos fallecieron y un joven de 17 años resultó herido. En la región de Lviv, una mujer murió en su vehículo a causa de los bombardeos. Estos ataques han dejado sin suministro de calefacción, agua y electricidad a varias regiones, obligando a los hospitales a operar con generadores de emergencia.La compañía energética ucraniana DTEK informó que varias de sus plantas térmicas sufrieron daños severos, lo que ha agravado la crisis energética en el país. Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, Rusia ha focalizado sus ataques en las infraestructuras energéticas de Ucrania, intensificando estos bombardeos en los últimos meses y dejando al país en una situación precaria al aproximarse el tercer invierno en conflicto.El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, declaró que durante la noche se lanzaron aproximadamente 120 misiles y 90 drones en el ataque ruso, de los cuales las fuerzas de defensa ucranianas lograron destruir más de 140 objetivos aéreos. Zelenskyenfatizó que el objetivo principal del enemigo era la infraestructura energética del país y que, lamentablemente, algunas instalaciones sufrieron daños por impactos directos y caída de escombros.
Por: Alfredo Vidal