aprovechando su posición y acceso a información confidencial, solicitó la suma de 7 millones de pesos a cambio de no revelar datos sensibles sobre una teniente, quien decidió reportarlo ante las autoridades.

El hecho ocurrió en los parqueaderos del parque Simón Bolívar, donde el mayor había citado a la víctima para recibir el dinero. Gracias a la denuncia oportuna de la teniente y el trabajo del Gaula, se desplegó un operativo que permitió la captura en el momento exacto de la extorsión. Durante la audiencia, la Fiscalía reveló que el mayor insistió en que la víctima ingresara al parque para entregarle el dinero, pero esta se negó por temor a su seguridad.

La gravedad del caso radica en el abuso de poder por parte de Valderrama, quien utilizó su rol dentro de las fuerzas armadas y su participación en labores de contrainteligencia para obtener ventaja ilícita. A pesar de ser imputado por el delito de tentativa de extorsión agravada, el mayor no aceptó los cargos.

Este escándalo pone nuevamente en la mira las actuaciones de algunos miembros de las fuerzas armadas y las consecuencias de la corrupción interna. Las autoridades continúan con la investigación para esclarecer otros posibles delitos relacionados y evitar que casos similares se repitan dentro de la institución.