Kamala Harris llamó a la unidad, mientras Trump prometió prosperidad para los latinos, tras la polémica sobre Puerto Rico.
A una semana para las elecciones y cuando 45 millones de estadounidenses ya han emitido su voto, ambos candidatos realizaron sus últimos esfuerzos para ganar la campaña presidencial.
La vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, aprovechó el discurso desde la Elipse de Washington, cerca de la Casa Blanca, para prometer a los estadounidenses que trabajará para mejorar sus vidas, al tiempo que argumentó que su oponente republicano, Donald Trump, solo está en esto por sí mismo.
Trump "ha pasado una década tratando de mantener al pueblo estadounidense dividido y temeroso el uno del otro: así es él", dijo Harris. "Pero Estados Unidos, estoy aquí esta noche para decir: eso no es lo que somos".
Entre tanto, Donald Trump hizo campaña en Pensilvania, un estado clave que perdió ante el presidente Biden en 2020. Allí prometió que, con él, Estados Unidos se encontrará mejor.
“Terminaremos con la inflación, detendremos la invasión de criminales en nuestro país y recuperaremos el sueño americano haciéndolo juntos, Pensilvania. Nuestro país será más grande, mejor, más audaz, más rico, más seguro y más fuerte que nunca”. Sin embargo, también describió a los migrantes como una amenaza para el país, intensificando su retórica anti-migrante y aludiendo a que EEUU se ha convertido en un “basurero” debido a ellos.
Finalmente, la encuesta nacional más reciente, realizada por CNN, encontró que la vicepresidenta Kamala Harris tenía una gran ventaja entre los votantes que dijeron que ya habían emitido su voto anticipado, a pesar de una carrera reñida entre los probables votantes en general.