El grupo armado Hezbolá y el gobierno libanés señalaron a Israel como el responsable de una serie de explosiones que dejaron al menos nueve muertos y más de 2.750 heridos, según datos del Ministerio de Salud de Líbano.

Las detonaciones ocurrieron en la capital, Beirut, y otras zonas, generando alarma entre la población y acrecentando las tensiones en la región.

Las explosiones, que afectaron a loa dispositivos usados por miembros de Hezbolá, se llevaron a cabo de manera simultánea, lo que ha sido calificado por un alto miembro del grupo como “la mayor falla de seguridad” que han enfrentado.

Hezbolá, con el respaldo de Irán, ha iniciado una investigación para esclarecer lo ocurrido y determinar las causas exactas de las detonaciones.

Por su parte, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) no han emitido declaraciones al respecto, aunque las relaciones entre Israel y Hezbolá han sido tensas desde el conflicto en Gaza.

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha comentado sobre la situación en la región, reafirmando que la OTAN no tomará parte en un conflicto directo, aunque permitirá a Ucrania utilizar misiles de largo alcance en sus ataques hacia Rusia.