Según los relatos de los habitantes, un mohán, figura mitológica indígena, habría transportado la laguna desde Vergara, dejando una huella de misterio en la región. Su historia, entrelazada con tesoros ocultos, ha alimentado la curiosidad de locales y visitantes.

Uno de los relatos más populares cuenta que los indígenas panches habrían enterrado valiosas reliquias en las profundidades de la laguna.

Estos tesoros, dicen, están malditos y traen desgracias a quienes intenten desenterrarlos. Algunos habitantes narran historias de individuos que, atraídos por la codicia, han sufrido trágicos destinos tras intentar recuperar estos objetos.

Uno de los episodios más impactantes relata cómo, un hombre encontró un tunjo de oro en la cercana Laguna de Santa Bárbara. Al tomarlo, una tormenta lo persiguió hasta que decidió deshacerse del tesoro. Se dice que fue entonces cuando se formó la actual Laguna de Liverpool, envuelta en fenómenos inexplicables desde ese día.

Para calmar el temor, en tiempos recientes, los habitantes locales realizaron una ceremonia con el fin de apaciguar las fuerzas que supuestamente habitan la laguna. Arrojaron sal en sus aguas, buscando traer la paz al lugar. Aunque el ambiente ha permanecido más tranquilo desde entonces, los mitos sobre la presencia del mohán siguen vivos.

Entidades culturales locales y la comunidad siguen investigando el impacto de estos relatos en la cultura de Nimaima, buscando preservar la riqueza histórica y mitológica de la Laguna de Liverpool.